¡Revivimos!, me dijo un dirigente importante del Frente Renovador de la 1era sección electoral de la provincia.
“Hasta el viernes a la noche estábamos en el subsuelo” me dijo otro dirigente del mismo sector, la misma sección, pero otra comuna.
El viernes pasado un grupo de gobernadores desencantados con la idea de que Manzur sea candidato a vicepresidente se movilizó a Buenos Aires, donde Dios tiene sus oficinas.
El tucumano había dejado trascender su formulación en el binomio antes de que sea oficial por miedo a que lo bajen, pero fue en vano porque lo bajaron igual.
Quintela, gobernador de La Rioja, contó como si se le hubiese escapado que hablaron con el Presidente para proponerle que Massa sea candidato de unidad y que Alberto Fernández les dio el OK siempre y cuando él pusiera al vice. Un tiro por elevación al kirchnerismo, y un tiro de gracia para Scioli a quien apoyaba como propio.
Bueno no era una anécdota, era una operación a cielo abierto. Los gobernadores, grandes ganadores electorales, y varios referentes de la CGT son los que pusieron a Sergio Massa. A no lavarse las manos después…
Hay quien dice que Fernández no fue malo sino que sólo trabajó para otros intereses que los del pueblo, lo cual es correcto pero su ineptitud queda expuesto cuando sólo duró un mandato mientras que hemos tenido Presidentes que sostuvieron más tiempo las políticas entreguistas… Su gobierno fue un fracaso. Mezcló su mezquindad política con su dañina forma de ser. Cenó con Daniel Scioli como si estuviera todo bien cuando ya sabía que lo iba a bajar. Es el segundo capítulo luego de que lo hizo venir de Brasil para ocupar un cargo luego de la renuncia de Kulfas en Producción; Estuvo por un corto tiempo hasta que su principal enemigo Sergio Massa absorbiera esa cartera y tenga que volver al país carioca.
La militancia, divino tesoro. Mientras Perón hablaba de seducir y persuadir, a Massa hay que votarlo porque lo otro es peor dicen. Así es imposible militar, ¿Qué puede prometer el Ministro de Economía? ¿Que lo voten para que pueda resolver los temas principales de la economía desde el 10 de diciembre? Pero llega con un ciento y pico de inflación.
El único planteo que puede hacer el oficialismo es atacar sistemáticamente al Presidente de la nación, obviamente no sin razones. Decir que el problema económico se resuelve con voluntad política, “sí es cierto que se homologó la deuda de Macri, eso lo hizo Guzmán… con nosotros en el Gobierno no pasaría” podrían aducir desde el massismo.
Cristina, Máximo, Massa, Scioli, Grabois, todos encontraron en Alberto Fernández un chivo expiatorio que los exculpa de haber integrado, facilitado, promovido, el peor gobierno peronista en casi 80 años de historia.
¿Y hay que militar la continuidad?
Podríamos ir al diccionario popular para entender el concepto de “tragarse el sapo”. ¿Tragarse el sapo es cuando uno vota pensando que va a ser de una manera pero es de otra (Ejemplo: “nos tragamos un sapo con Menem”), o cuando uno vota a sabiendas que es malo (Ejemplo: “hay que tragarse el sapo de votarlo a Massa”)? No es lo mismo.
Un sindicalista que estaba en la vereda opuesta de Sergio Tomas de Tigre pero que ahora se mostrará con él en campaña me dijo “quizá algún día Massa sea buen Presidente, porque es capaz de traicionarse a sí mismo”.
El votante de Massa no difiere del de Larreta. Es el mismo electorado, solamente que uno perjura nunca votar al candidato de los K y el otro que lo vota sólo porque lo apoyan los K, después no hay grandes diferencias.
“¡Eh! Pero Larreta va con el represor Morales”, que no saben quien dijo la frase “El único milagro que va a salvar a los jujeños es el del trabajo y la educación. Cualquier otro milagro que les vendan, es una pesadilla”. Si, el amigo de Gerardo, Sergio Massa en el 2015 cuando decía terminar con la Cristina eterna.
La verdadera interna no es Larreta- Bullrich, es Massa- Larreta. Un impacto que aún no se termina de digerir.