LÁSTIMA A NADIE, HERMANO

El Gobierno de Milei fracasó, y está a punto de terminar.

¿Por qué fracasó? Porque a diferencia de Mauricio Macri, Milei no despierta pensando cómo perjudicar al pueblo argentino todo el tiempo. Sin embargo cree en un mundo que no existe.

Donde fuimos potencia mundial, los precios se manejan sólos, él no es petiso, y tiene sanas relaciones interpersonales.

Quien no ve su mundo directamente “no la ve”. Esto fracasó como no podía ser de otra manera y el argentino y la argentina viven peor.

A menudo se cita la frase de Perón hablando de la mula del Mariscal de Sajonia: “La política no se aprende, la política se comprende, y solamente comprendiéndola es posible realizarla racionalmente. Decía el mariscal de Sajonia que él tenía una mula que lo había acompañado en más de diez campañas, pero decía que la mula a pesar de haberlo visto todo no había aprendido nada de estrategia”. Comúnmente se habla de esto para mencionar a tal o cual que no comprende el contexto, o aquel que acompañó un proceso transformador pero que no encabezó nada.

Está tan vara la baja que hoy el Presidente habla con su perro muerto. Hace 70 años el chiste era asemejar una persona a un animal, hoy el peluca quiere humanizar a Conan. El chiste se cuenta sólo.

¿Hay forma de que no fracase eso?

Es curioso que en la carta que escribió hace unos días Cristina sea más dura con la cosa nostra macrista detrás de Milei que con el mismo Presidente al que llamó Showman de la Rosada. Y eso va de la mano con la primera frase de esta editorial, El Gobierno de Milei está a punto de terminar.

Esto no significa el helicóptero ni nada de ello. Es el formato y los nombres. Macri, que fue el tercer gobierno radical del retorno a la democracia, pretende que el Javo sea el segundo Presidente Macrista.

Es decir, se termina el gobierno de Milei y los chicos malos del twitter, y comienza el cogobierno macrista con los chicos malos a secas.

De momento lo niegan. Pero el reloj no lo tiene más el primer magistrado de nuestro país sino el ex Presidente, el resucitado. El ave Fénix que volvió gracias a la impericia del gobierno anterior que no lo ajustició cuando debía, quién sabe por qué.

El dato inflacionario de enero arrojó 20,6%. De lo que va del gobierno de Milei (diciembre-enero) tenemos un 46%. Quedaron lejísimos los números pero el Gobierno de Alberto Fernández tuvo en febrero del 2023 un 6,6%, en marzo 7,7%; abril 8,4%, mayo 7,8%, junio 6,0%, julio 6,3%, agosto 12,4%, septiembre 12,7%, octubre 8,3%, y finalmente noviembre 12,8%.

En primer lugar la inflación era galopante con lo cual no existía tal fiesta como dicen los idiotas que ahora debemos pagar. Si hubiese existido una fiesta no hubiese perdido el oficialismo. Segundo aunque galopante mucho menor a la actual, si es recién en agosto (época de las primarias) cuando llega a dos dígitos la inflación. 

Si sugieren que hoy existe este número porque recién puede frenarse la escalada entre 6 y 18 meses después de la emisión como decía Milei en campaña, se contradice con él mismo cuando dijo que había que llevarlo en andas a Caputo por bajar la inflación. ¿Pero cómo la puede bajar? ¿No era que recién los cambios se ven después del primer semestre? Entonces pasar del 12 al 25 por ciento (noviembre a diciembre) también sería culpa de Caputo.

En alimentos en diciembre aumentaron un 30,4% y en enero 20,6%, es decir que en promedio un 51%, en promedio sin tener en cuenta estacionalidades, ni diferentes barrios/localidades. Ante un brutal aumento con salarios pisados cae el consumo. Comienza una reestructuración en la que todos pierden y ante esa restructuración gracias al hambre del pueblo, al dejar los medicamentos, colgarse de la luz, hacer conexiones clandestinas de gas, etc, puede bajar la inflación.

Esto es para que se entienda el alto riesgo de bajar así el número inflacionario. Los muertos no consumen, ni nosotros ni Conan vamos a comer osobuco. En los medios se ven periodistas adictos al régimen festejando la artificialidad de bajar de 25% a 20%. Bueno esto es inviable en el mundo verdadero, Milei fracasó.

Ahora inventa una pelea con Lali Espósito para desviar la atención, es ensordecedor el ruido de sus des políticas no se pueden tapar. Su gobierno, como lo soñó, duró poco. Le falta terminar de subir tarifas de servicios, concluir con los aumentos del transporte, liberar del todo las naftas y las prepagas. Cuando eso esté listo, no viene la dolarización. Se viene Macri, que lo está esperando. 

Que el ajuste se lleve puesto a Milei, y después con alguna excusa como el no comienzo de clases por ejemplo, sean los gobernadores, los radicales, muchos medios incluidos los que lo apoyan hoy, quienes pidan por un cambio. Todos Juntos por un Cambio.

Lo dijimos hasta el hartazgo, la sociedad en su mayoría eligió al segundo gobierno macrista. ¿No sabían? Y eso que dicen que las vieron todas…

¿Vieron que sabio era Perón? Estamos rodeados de mulas del Mariscal de Sajonia.