Redescubriendo la Usina del Arte

En el edificio de lo que fue la vieja Usina Don Pedro de Mendoza, de la Compañía Italo Argentina, en el barrio de La Boca, se levanta un gran polo cultural con dos auditorios y una programación para toda la familia. 

A comienzos del siglo XX se construyó este palacio de la luz, tal como se referían a él en aquel entonces. Su creador fue el arquitecto italiano Giovanni Chiogna que, siguiendo la estética industrial de la época, ideó un diseño con estilo florentino de ladrillos a la vista. Una obra que marcó un hito en el paisaje urbano por su escala y su monumentalidad.

Durante 80 años, la usina proveyó de electricidad a la Ciudad. Pasó a manos de SEGBA cuando el servicio fue estatizado y, finalmente, cuando llegaron las privatizaciones en la década del ´90 la usina comenzó una etapa de abandono y decadencia.

Recuperada y puesta en valor por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a partir de 2012, la restauración que se llevó a cabo tomó el modelo de obras similares de varias ciudades del mundo, en las que edificios de origen industrial fueron transformados para uso artístico, como el Aromoryon Park, de Nueva York, o el Radial System, de Berlín. Esta recuperación, que atravesó varias gestiones, asumió el desafío de transformar la usina de comienzos del siglo XX en un complejo artístico moderno e inteligente.

Durante su recuperación la superficie se duplicó a 15.000 m2. La obra total incluyó la devolución de la fachada del edificio a su aspecto original mediante tareas de restauración.

Los vecinos y vecinas de la Ciudad pudieron disfrutar de innumerables experiencias y visitas organizadas por Participación Ciudadana, desde presenciar recitales y conocer luego a sus artistas favoritos, hasta asistir a festivales y exposiciones. Por supuesto, en el itineario de La Noche de los Museos este espacio multicultural ha tenido siempre un lugar destacado.

Durante el 2020, tan particular y desafiante, La Usina del Arte no dejó nunca de estar cerca de la gente, creando espacios de encuentros virtuales, en ciclos tales como Usina Digital o #UsinaNatural, que permiten acercar la cultura y sus manifestaciones a las casas de los vecinos y vecinas.