“Hay que cambiar el eje del debate”

El ex Ministro de Trabajo, Oscar Cuartango habló de la iniciativa impulsada por el senador Martín Lousteau que busca reemplazar el artículo 245 de la ley sancionada en el año 1976 que establece los parámetros de la indemnización por antigüedad o despido. Para Cuartango el debate que hay que dar no es ése, sino cómo crear puestos de trabajo y regular la enorme cantidad de trabajadores no registrados (en negro).

-¿De qué se trata la Ley Mochila?

Es un modelo que toman de la legislación austriaca, y lo podríamos equiparar acá al Fondo de desempleo de la Construcción.-explicó-. Yo creo que el debate no es si hay que eliminar o no las indemnizaciones por despido, y si hay que hacer o no la Ley mochila; lo que hay que debatir acá es, por un lado, la creación de puestos de trabajo y la regularización de la enorme cantidad de trabajadores no registrados o en negro como se les dice comúnmente.

Es decir, –reafirmó-, en la post pandemia tenemos que afrontar con una firme política la creación de puestos de trabajo y regularización del no registrado, y si es por un problema de costos o de prevención, yo no me opongo a que, por ejemplo se rebaje en un 10% las cargas de seguridad social al empleador, por cada puesto que incremente en la nómina o por cada puesto regularizado, que más o menos viene a ser lo mismo porque le permitiría al empleador hacer un fondo de reserva manejado inclusive discrecionalmente e ir amortizando eventual indemnización por despido del trabajador, cuando llegue el momento.

Por otro lado –remarcó– no es cualquier despido el que genera el derecho a indemnización. Si el trabajador incumple las normativas y es despedido por su culpa, no recibe ninguna indemnización; y si por el contrario, el trabajador no incumple su deber laboral y el empleador es el que lo despide sin causa, entonces sí rige la indemnización por despido. Sería mucho más fácil, simple y legítimo porque no sería a costa del derecho de los trabajadores la vía que propongo.

-Seguidamente Cuartando argumentó:

Reconozco que las Pymes son las grandes creadoras de trabajo en nuestro país, el 70-75% de la mano de obra argentina está a cargo de las Pymes y deben ser protegidas porque son la burguesía nacional de la cual hablaba Jauretche. Al extremo tal que Perón tuvo en Miranda y en Gelbard sus dos ministros de economía en las dos etapas que gobernó el país, y eran dos empresarios Pymes.

-Por encima de los nombres hay un sector liberal como Milei que ganó tantos votos en barrios más vulnerables de la CABA, y la pregunta es si esto de las indemnizaciones penetra en algunos sectores más allá de ver si está bien o no.

Me haces acordar a un apologista del menemismo y del neoliberalismo que era Bernardo Neustadt, quien decía que la grandeza de los EE.UU. se debía a la frase ¡Usted está despedido! Y no es así –explicó-, porque para la eliminación de la indemnización por despido y su reemplazo por la mochila austriaca, primero necesitaríamos reformar la Constitución para hacer eso.

El experto en temas laborales recordó que los tratados internacionales de DD.HH, planteaban el principio de progresividad en la consecución de derechos de los trabajadores, en los cuales –dijo-, no se puede retrasar, sino avanzar. Por otro lado está nuestra historia de la indemnización por despidos. Si un trabajador no tuviera la protección de la indemnización por despido y de la organización sindical, estaría al libre arbitrio de la voluntad de su empleador que terminaría despidiéndolo sin pagar nada –advirtió-.

-No veo unidad en el mundo Pyme…

Es que hay que cambiar el eje del debate -reiteró Cuartango-; primero a los trabajadores que están en negro, a los desocupados, a los de planes sociales y a los cooperativistas les importa tres rábanos la indemnización por despido, que está dirigida a los trabajadores registrados; y al no importarles no les impacta negativamente la derogación de la indemnización por despido porque no les corresponde.

Creo que hay que convertir progresivamente los planes sociales en puestos de trabajo genuinos, es una frase que no deja de tener vigencia. Cómo se hace eso es la cuestión, primero se crean las condiciones de producción y trabajo, es decir, reactivando la economía. Ese es el motor. Nadie va a contratar un trabajador, si no lo necesita. En este momento se están mejorando esas condiciones y además se tienen que dar determinados estímulos –propuso-.

La indemnización por despido equivale prácticamente a un aguinaldo por año, que es el 8,66% del sueldo de manera que si se rebaja la carga de seguridad social, en el 10 % se está cubriendo un Fondo de previsión individual del empleador para cubrir la indemnización por despido. Obviamente si acumula un Fondo y lo tiene o no que pagar, va a preferir no pagarlo, y en función de eso va a jugar la protección del trabajador contra el despido arbitrario y en lugar de dar beneficios que sean en detrimento de los derechos de los trabajadores.

En tal sentido, el ex titular de la cartera laboral amplió su propuesta sobre la creación de puestos de trabajo, “por cada puesto nuevo de la nómina, pagan 10% menos de la seguridad social”.