REMORDIMIENTO*
Llegó en el tren del atardecer, no quiso dejar ni una esquela diciendo que partía. ¿A quién? Se preguntó antes de cerrar la puerta de su elegante departamento de barrio norte, ¿a quién le confiaría que debía partir? Barajó el Mas…
Llegó en el tren del atardecer, no quiso dejar ni una esquela diciendo que partía. ¿A quién? Se preguntó antes de cerrar la puerta de su elegante departamento de barrio norte, ¿a quién le confiaría que debía partir? Barajó el Mas…