EL MONOAMBIENTE Y EL BALDE

Algo común desde el domingo hasta acá es el electorado libertario criticando al bonaerense. Es lo más fácil del mundo, “no es que yo sea malo, es que ustedes son demasiado negros”.

Este país es inviable porque votan al peronismo, la salida está en Ezeiza, dijo un tuitero. Otro le respondió: imposible porque el Gobierno imprime mal los pasaportes.

Cosa que sucedió. El desgobierno del narco-estado propuso un negocio para todos sus amigos desfinanciando los organismos que se ocupan de la misma tarea anteriormente. Hoy es más caro fabricar billetes por el berretín de “supuestamente dejar de imprimir”, no hay patentes, se hacen pasaportes con errores, etc.

Un dicho popular que se revitalizó en los últimos días fue “les gusta cagar en un balde”. Como si el Estado fuese a construir cloacas. Ya lo dijo Mondino, quien este Gobierno echó y ahora hablan de ella como si fuera una estadista. En la misma nota que comparó a los homosexuales con piojosos pidió que los vecinos se organicen para hacer cloacas. Una idiotez supina.

Está claro que el oficialismo nacional no le cambia para bien la vida a ningún argentino y eso explica un poco de cómo le fue en las elecciones.

Porcentualmente, si el Gobierno sacó 12 millones de personas de la pobreza como dijo el INDEC, al menos 4 millones debieran vivir en la Provincia. Totalmente desagradecidos porque ni por asomo lo fueron a votar. Algunos en Casa Rosada piden la cabeza de Marco Lavagna por haberle mentido al Presidente con ese dato. Ahora, pareciera que todos le mienten.

No se puede ser siempre opositor, alguna vez hay que hacerse cargo de algo.

Todas las consultoras se equivocan, pero ayer se hablaba de que en octubre aumentaría el porcentaje de asistentes a las urnas, y que hoy La Libertad Avanza estaría 4 puntos por encima de Fuerza Patria a nivel nacional.

Si eso sucede, ¿sigue siendo un electorado imbécil? O repentinamente deja de hacerlo como en el 2023 cuando se los criticó en las generales y mágicamente nadie lo mencionaba en el balotaje.

Esto puede cambiar inclusive el mismo día de la votación, de hecho, se comenta que un armador cobró un dinero del gobierno nacional para poner fiscales en colegios de La Matanza, pero que por otro lado cobró del Gobierno municipal para que no se fiscalice. Esto no sólo no está demostrado sino que no hay forma de hacerlo, pero pudo haber pasado y se puede repetir.

Recordemos que existen armadores que son verdaderos bandidos, personas que engañan o estafan según su definición, Alí Baba les tiene miedo, conocidos en el mundo del hampa, colgaron su foto donde está la galería de los ases del choreo al lado de la de Edmundo Rivero como dice el tango Conventillo.

Personas muy conocidas por políticos de otros espacios en donde estuvieron anteriormente.

Si el Gobierno cae por lógica el futuro oficialismo nacional debe parecer ser lo opuesto, no significa que lo sea sino que lo parezca. Esto es: no reprimir jubilados, bajar fondos para el Garrahan, para las Universidades, para el CONICET, que regrese la obra pública.

¿Qué sería lo malo de que se vaya Milei? Que el último show va a ser con represión, colapso, feriado bancario, el dinero va a estar frenado, nadie va a comprar ni un pancho por la incertidumbre, e inclusive puede terminar con muertos en una plaza como en el 2001. 

¿Hay forma de evitar esto? Si, la institucionalidad. En otras palabras: el juicio político. Lo que busca Milei en octubre no es que dejen de rebotar sus vetos, sino que blinden el juicio político.

Una última gran mentira liberal es que no se puede gastar más de lo que se tiene. Cada vez tenemos menos y gastamos más, a menos que crean que la guita con la que se pagarán dólares futuros crecen en los árboles. Y si la inflación sale de imprimir porque es en todo momento un fenómeno de emisión, hay una gran inflación contenida.

El crédito es endeudarse. Es lógico pedir crédito a décadas para comprar una casa, o cuotas para adquirir un aire acondicionado, lo que no puede pasar es financiarse para comprar comida.

La gente dejó de comprar lo que no necesitaba, se frenó esa clase de consumo, y para comprar comida ahora tarjetea. La morosidad en el crédito está al tope, con lo cual compran con tarjeta y después no la pueden pagar.

¿Están gastando más de lo que tienen? Si. No puede ser de otra manera. 

Una empresa pide préstamos para crecer también, un país puede pedir crédito para agrandar el puerto, inclusive para hacer cloacas. Cualquier obra pública será más lógica que pedir préstamos sin un sentido claro. No está mal pedir el crédito sino que sea para salvar un valor del dólar y cuando la gente no vota como querés porque no llega nada de lo que te entra, sube el dólar y decis que no te votan porque prefieren cagar en un balde.

No en un balde precisamente, pero sí haciéndolo en una cárcel murió un ladrón como Videla. Más que fijarse en el recipiente el Gobierno tendría que preocuparse por la locación.