CAE POR SU PESO

El Presidente habla del principio de revelación, que no es más que hacer algo que indirectamente toque el interés de un otro que se vea obligado a responder por el hecho.

Solemos llamarlo también con menos solemnidad, hay que pegarle al chancho para saber quien es el dueño.

Indudablemente el Gobierno viene sosteniendo derrotas en el plano económico y político las últimas semanas, esto totalmente acrecentado en el revés palaciego que tuvo en Senadores.

Sin embargo, eso fue la punta del iceberg. Lo más fácil sería creer que el Senado es la otra cara de la moneda de Diputados. Tiene particularidades que contrastan con la cámara baja, por empezar es presidida por una persona ajena al Poder legislativo.

Villarruel no puede opinar de la validez o no que tenga una sesión. Si es en el marco del horario y día establecido por reglamento debe presidir la sesión, tal como está establecido. Su carácter es arbitrar y como le dijo Mayans «el árbitro no patea el penal». 

Sin embargo, se asemeja al otro recinto en que suele pasar que lo que ocurre en la sesión está planificado de antemano. Es decir, Villarruel podría haber sabido que todo esto iba a darse. De hecho, en las contestaciones a los tweets que le decían traidora ella sólo habló contra Milei, y nada de la validez de la sesión. Su deseo es rayarle el auto al Presidente, por lo que es probable que lo que vimos en el recinto sea sólo la superficie de algo que planificó días antes.

Ahora… ¿Es coincidencia el acomodamiento del peronismo y las malas noticias para el Ejecutivo?

Por eso, en el editorial se hace mención de principio de revelación. Quizá, y sólo quizá, este Gobierno pudo hacer cumplir su voluntad saqueadora porque el peronismo nunca quiso organizarse.

Bastó un pseudo unidad, que en verdad se asemeja mucho a un Frente de a

Todos sin Alberto (que haya sido un mal presidente no quiere decir que el resto que lo acompañaba no se haya quemado con su mandato), una unidad tan grande como la del 2019 es demasiado grande.

Si el dólar sube, que es de lo único que se agarra el gobierno, el PJ ganará las elecciones. Pero, qué más que asegurar el futuro laboral de algunos dirigentes por cuatro años ofrece la oposición? Por qué debemos votar para resolver los problemas de la política y no es la política la que resuelva los problemas de la gente?

Se alejaron tanto de la realidad que inclusive tampoco se sabe a ciencia cierta, si como pasaba antes, en caso de colapso del Gobierno van a ser la opción pacificadora.

Esas discusiones hay que darlas ahora, porque si el Gobierno colapsa y nunca se saldaron esas preguntas, quien vaya a quedar sea Javier, Máximo, Victoria, Pedro, Axel, Julian o quien sea…nuestra suerte estará echada.