El efecto Mandela es un fenómeno que se produce cuando un grupo de personas comparten un recuerdo falso de un evento que nunca sucedió. El nombre proviene del recuerdo generalizado de que Nelson Mandela había muerto en la cárcel, cuando en realidad fue liberado en 1990. La bloguera estadounidense Fiona Broome acuñó el término en 2009.
La ciencia explica que este fenómeno se produce cuando alguien comete un error al recordar algo, y que este error puede convertirse en un recuerdo colectivo.
Algunos ejemplos del efecto Mandela en películas son:
Micky Mouse no lleva tirantes.
La malvada reina de Blancanieves no dice «Espejito, espejito».
Darth Vader no dice «Luke, yo soy tu padre» en El imperio contraataca.
En Casablanca nadie dice «tócala otra vez, Sam».
Es el inconsciente colectivo que a veces se equivoca y es permeable a que algunos se aprovechen de esto. Quién va a salir en defensa de Massa siendo que hasta no hace mucho era Nestorista, luego se peleó con él, después ayudo a partir el electorado y que su ancha avenida del medio sean votos del balotaje para Macri, para ser kirchnerista y ahora, no se sabe.
Con lo cual es difícil que alguna tribu salte a defender al sinuoso Sergio. Aprovechando eso, los defensores de Milei dicen “ahora las universidades se quejan pero no se quejaron cuando Massa les recortó el presupuesto”.
Y pasa porque todos lo creen probable, pero en efecto nunca pasó. De hecho, las universidades y sus dirigentes radicales se hubiesen opuesto obviamente, si ni siquiera había un acuerdo partidario.
Es una mentira montado sobre una operación, un recorte en donde el tigrense dijo en el 2013 (cuando competía contra Cristina) que cayó tanto el nivel de la pública que el trabajador los manda a una privada, a eso se le suma la noticia falsa de una subejecución presupuestaria que abarcaban otras áreas. Las dos cosas mezcladas a propósito volvieron a ser nota el año pasado en una nota de La Nación, y sobre eso se monta la opereta. Pero nunca pasó.
Javier Milei se solidarizó con los Valencianos, luego de la catástrofe climática que atraviesa esa región española, y dijo que estaba a disposición del gobierno español para realizar una ayuda humanitaria. El mismo que dejó a su suerte a Bahía Blanca, ubicado en el país donde él gobierna. Y acusó a La Cámpora de prender fuego a Córdoba…. porque si. Ni bajó a saludar a los bomberos en aquella ocasión cuando sobrevoló la docta.
De hecho ni habló del derrumbe en Villa Gesell, es un Presidente ajeno a lo que ocurre en su país.
Como eso se desarmó al momento, salieron los trolls a decir que esto que sucedía en Cordoba se daba porque Cristina mintió cuando dijo que compró 26 aviones para cambatir los incendios y no existen. Ellos divulgaron eso, y los funcionales odiadores (no pagos) lo difundieron con el agregado de que el gobierno se había robado el dinero de los aviones, un negocio con Aerolíneas, un rejunte de temas para confundir.
Cristina nunca dijo eso. Nunca. Si crees que lo dijo mirá devuelta la cadena nacional porque es un efecto Mandela. Ella dijo textualmente “tenemos 26 aviones para combatir incendios”. “Tenemos”, los había alquilado, como suele ser utilizado ese recurso. Eso está auditado y se puede ver lo que se pagó. Este gobierno no alquiló como suele hacerse, quitó toda norma para controlar el fuego y basandose en otra nota periodística (nuevamente de La Nacion, titulada “Cristina anunció en 2012 la compra de 26 aviones”) basó su mentira.
Una vez Alfredo Casero se indignó con una imitación de Majul (aún en La Nación+), y le dijo “ustedes…ustedes son una manga…ustedes se ponen chupines y ven Mandelas en todos lados”, ya que Luis Miguel Majúl y Alfredo “seguime changuito” Leuco decían que Macri tenía cosas de Mandela.
Los liberales calibraron mal la brújula porque si el efecto Mandela es un fenómeno que se produce cuando un grupo de personas comparten un recuerdo falso de un evento que nunca sucedió, el efecto más que Mandela debería llamarse Milei.