SE LES SECÓ LA PÓLVORA

A ocho meses desde que asumió el Gobierno de Milei, el oficialismo se quedó sin ideas. Para peor las promesas de dolarización, baja de impuestos, economía con inflación similar a países de la región desaparecen del plano político. Y esas principales promesas con las que endulzó los oídos de libertarios y macristas fueron cambiadas por corridas bancarias, pérdidas laborales, restitución impositivas.

El acto del 9 de julio fue una imagen de esto. Un desfile militar sobrevalorado contrarrestó la pobre imagen de una madrugada fría en Tucumán, donde gobernadores y Karina Milei firmaron junto al Presidente, el demorado Pacto de Mayo.

Una lectura, probablemente equivocada, fue que la gente reivindicó el desfile ante la firma del pacto por el descreimiento al político. El oficialismo lo vendió como un triunfo de su discurso “anti casta”.

Pero el análisis llano marca que la épica con la que los libertarios magnificaban todo lo que hacía el presidente dejó de existir. Se les secó la pólvora. Tuvieron que ir detrás de una agenda cercana a los ideales de la vicepresidenta.

Curiosamente el otro día un analista comentaba que el Presidente denigraba a todos sus antecesores salvo algunas excepciones, llamativamente Perón entre ellos. Esta afirmación no partió de un “gorila” sino de un peronista, de ahí viene que resulte llamativa su explicación. Dio dos motivos, el primero es querer mirarse todo el tiempo en el espejo de un Presidente ungido por el justicialismo como lo fue Menem. Por otro lado, porque según este colega le disputa la base electoral.

Milei le declaró la guerra a la justicia social, por lo que sí, es una ofensa al peronismo. Sin embargo el hecho de omitir nombrarlo es un cambio en la política, donde Macri reiteradas veces decía que la culpa es “de los 70 años del peronismo”. El votante de Macri era aspiracional, el ex presi de Boca tenía el voto clasista aunque distara mucho el votante de la clase alta a la que apuntaba, en cambio el voto del que “ama ser el topo dentro del Estado” no lo es. 

El antiperonismo es un fracaso, la embajada lo sabe, sólo dura un periodo. Meter al peronismo en el liberalismo es una prueba y Milei es el ratoncillo de indias. Cuando esto fue al revés, y se metió neoliberalismo dentro del peronismo, el invento duró 10 años y comúnmente se le dice menemismo. 

Por ahí andará Macri puteando, porque al ángel exterminador no le dan juego para jugar, pero ese es otro análisis.

Ser peronista comienza a ser un adicional que cotiza en bolsa. Esta semana se publicó una nota donde decía que en la intimidad Victoria Villarruel dice ser peronista. La diputada Lilia Lemoine dijo dentro de sus límites que Perón era militar, cuando se habló del desfile del 9 de julio. Todo un hallazgo para la blonda, que aun piensa que el primer gobierno del general fue de facto, pero bueno…paso a paso. Lo primero será que aprenda que la tierra no es redonda.

La historia no es de quien gana sino quien la cuenta.

Estamos a pocos días del comienzo de los Juegos Olímpicos a disputarse en Francia, el Comité Olímpico Internacional tiene entre sus antecedentes la omisión de todo ataque a los derechos humanos, tanto como la FIFA, su par internacional a nivel futbol. Ya lo demostró cuando el ejército mexicano asesinó a decenas de estudiantes en 1968 y las disciplinas se realizaron igual, o cuatro años más tarde cuando en Munich se tomaron de rehenes a 9 israelíes dando muerte a dos de ellos en medio de las competiciones que sólo se frenaron 24 hs.

La cuestión es que en 1992 se cumplían 5 centurias de la llegada de Colón a América y por eso los juegos se celebraron en Barcelona y la idea era celebrar el centenario de la realización de los Juegos Olímpicos modernos en 1996 en Atenas. Pero las empresas se plantaron porque querían organizar los juego olímpicos del aniversario y se mudo la cuna del olimpismo a una ciudad de cemento. Donde está Coca Cola y la CNN, la aerolínea Delta, la satelital BellSouth, la empresa Turner. Es decir Atlanta, Estados Unidos.

Un esquema que después se repitió, cuando se cumplieron 100 años de la primera Copa América también se realizaron en Estados Unidos. Aunque en ninguno de los dos casos se amoldan a los verdaderos orígenes de las competencias.

Los libros dirán que los aniversarios se jugaron allí y no por la competitividad sino por el corporativismo, quienes lean estos libros pueden no hacer un pensamiento crítico al respecto, y dar por sentado que si en el país del norte se celebraron debe ser que allí pasó algo importante. Los lectores aquí pueden pensar que no hay quien sea así de básico, pero hay diputadas que leen historia en sobrecitos de azúcar y se dan cuenta ahora que Perón era militar.

Por eso la historia no la escribe quien gana, sino quien la cuenta. Esta cuestión deportiva anecdótica es para ejemplificar lo que sucede en todos los ámbitos de la vida, sin excepción de la política donde el gobierno trabaja a destajo para relatar los hechos porque se quedó sin agenda propia. Su capital principal fue siempre ser tema de agenda, llevar su impronta, y hoy no tiene margen para hacer los aumentos que previó porque sube aún más la inflación y se rompe su superávit primario, otra promesa incumplida.

Ahora comienza la fase dos, la verdadera, no la económica. La fase que implica fusionarse con otro espacio, abrir una alianza, adoptar nuevas caras a su espacio que son viejas para la política. ¿Un macrismo actualizado? ¿Un peronismo de Vandor? Lo único que se sabe es que hay un cambio y no porque vaya a ocurrir en un futuro sino porque el gobierno que prometió Milei ya es pasado.

Habrá que aprender del enemigo en eso y no quedarnos en la mística peronista de “ellos cuentan la historia y nosotros la hacemos”, aunque sea más romántico pensarlo de esa manera, porque primero hay que SER para luego poder HACER