Ya se los puede ver, están haciendo la vigilia. Adorni y Karina, los French y Beruti del Siglo XXl repartirán mañana distintivos rojos, blancos y azules. Un desprevenido cordobés entrado en años exclamará: “¿Rojo y blanco? Recuperamos la provincia”. No querido radical, son los colores de Estados Unidos.
Por el balcón del cabildo asomará con una sonrisa de oreja a oreja (literal, casi siniestra) Javier Milei, a su plantas rendido un león le dijo en un perfect english a los ingleses.
La historia que primero transcurre como tragedia, luego como comedia, luego como bochorno cuando se la recuerda por la angustia de los próceres como le dijo Macri a su querido rey jugando a ser Felix Luna. Y ahora como… ¿Cómo qué?
El 18 de brumario, es la fecha del golpe de Estado en Francia en 1799, escrito en el calendario republicano francés que es igual a decir un 9 de noviembre. Ese golpe lo dió Napoleón Bonaparte. Sin embargo esa fecha fue utilizada por Karl Marx de manera irónica parodiando un golpe que a su modo de ver quería emular esa gesta, realizado en 1851 por Luis Bonaparte. Por eso, el escrito comienza diciendo “La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”.
Y quizá la palabra para este presente sea una farsa.
Además, cronológicamente también tiene que ver el sentido de ese texto. El golpe de Estado de Bonaparte en 1799 fue el comienzo de un periodo de avances galos sobre todo Europa. En 1808 Napoleón ingresó a la península ibérica y nombró a su hermano José (Pepe Botella) rey de España.
El avispero se había movido y la colonia española lo sintió. Para esa época el Virreinato del Río de la Plata tenía precisamente a un francés como autoridad máxima, ya que Santiago de Liniers había encausado la soberanía hispana luego de que el inglés Beresford invadiera estas tierras.
Todo estaba al revés, España tenía como virrey en una colonia a alguien de la misma nacionalidad de quienes lo estaban invadiendo. Como Francia está al norte de España, el único reducto que tuvieron los españoles de poder alejados de Napoleón fue el extremo sur de su reino. Por eso, la Junta de Sevilla decidió echar al francés Liniers del Virreinato y en su lugar poner a Cisneros.
Para esta altura la pelea entre criollos y españoles peninsulares era muy grande, y tras revueltas quisieron instalar desde el país europeo al entonces Gobernador de Montevideo Francisco Javier de Elío como virrey pero ya tenían el criollaje encima.
La semana de mayo, los chisperos que a punta de pistola exigieron el nombramiento de un gobierno patrio, y la historia ya conocida… con la excepción de que no hubo paraguas (por si conocían la historia contada por Billiken).
Un dato curioso de Cisneros es que autorizó el libre comercio con Gran Bretaña. Lo que generó quejas de los comerciantes más poderosos que obtenían grandes ganancias con el contrabando. Para no perder su apoyo, anuló el decreto de libre comercio que había dictado. Esto causó, a su vez, quejas de los comerciantes ingleses, quienes reclamaban que —en tanto que aliados de España contra Napoleón— no deberían ser perjudicados.
Para quedar en buenos términos con ambos, dio una prórroga de cuatro meses al libre comercio para que los ingleses pudieran finalizar sus asuntos.
No era una bicicleta, era un biciclo, esas bicis antiguas con una rueda grande adelante. Por computadora y celular, o por carreta y barco el dinero se va para Gran Bretaña. En esta reedición histórica: ¿A quién se parece más Milei? ¿Al virrey o a los revolucionarios? Y el pueblo en la actualidad, ¿se asemeja más a unos colonos o criollos libres con el verdadero significado de la palabra?.
La farsa de mañana goza de cómplices, somos la distopía con la que tenían pesadillas French y Beruti. Cuando veían una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana.
Sin embargo, la fecha patria impone optimismo no más sea porque esa historia es nuestra. Y el orgullo de pensar que quizá la primera vez sucedió un hecho, la segunda fue trágica, la tercera cómica, la cuarta bochornosa, la quinta una farsa, pero la última… sin dudas será peronista.