Vecinas de Villa Santa Rita crearon el Pasaje de Mariposas*

En el pasaje Toay, que tiene dos cuadras de extensión en el barrio de Villa Santa Rita, vecinas y vecinos crearon el Pasaje de Mariposas. Recorrimos el lugar con Romina Suárez que nos contó todo acerca de este proyecto.

*Por Dafne Strobino

El pasaje Toay, en el barrio de Villa Santa Rita, es una zona en la que todavía se conservan las casas bajas y donde continúan las mismas familias en las viviendas que fueron pasando de generación en generación. En las dos cuadras de esta calle, vecinas y vecinos armaron un corredor biológico de mariposas de la mano de la doctora en Ciencias Biológicas Romina Suárez, que se especializa en ecología del paisaje y ecotoxicología. Charlamos y recorrimos el pasaje con Romina.

¿Cómo surgió la idea de armar este Pasaje de Mariposas?

Yo trabajo en el Instituto de Recursos Biológicos del CNIA-INTA (Centro Nacional de Investigación Agropecuaria) y ahí tenemos en el Jardín Botánico Arturo Ragonese que fue creado por dos compañeras, las ingenieras agrónomas Bárbara Pidal y Virginia Inza. Particularmente, trabajo en conservación de biodiversidad en ambientes productivos, pero allá también trabajamos mucho en lo que es educación ambiental. Se hicieron recorridos con escuelas y con la gente que vive en la zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires, también se produjo material informativo.

Con la pandemia, que estuvimos bastante encerrados en nuestras casas, empecé a trabajar en mi patio trayendo especies de mariposas. Por acá no se veían mariposas. Comencé a poner plantas nativas que atraen mariposas y automáticamente aparecieron. Estamos trabajando con mariposas diurnas, que son bastante específicas en cuanto a qué plantas necesitan para reproducirse, que se llaman plantas hospederas.

Luego me contacté a través del grupo de Wapp que tenemos con los vecinos y vecinas del pasaje Toay, para ver si se animaban con el proyecto. Esta gente vive acá hace muchísimo tiempo, hay mucha gente grande que incluso esa casa era de sus padres o abuelos, como por ejemplo la casa de enfrente que es de Susana, allí vivían sus abuelos, fue la primera casa de la zona. Muchos se animaron a seguir la propuesta porque les encanta lo que es la naturaleza, los animales y demás. Empezamos siendo 10 vecinos y vecinas del pasaje. Al principio probamos cómo era la calle porque es diferente a lo que pueda pasar dentro de una casa. Muchos plantaron en sus patios, jardines y terrazas, después tratamos de adaptar las plantas a los canteros de la cuadra.

¿Hace cuánto que arrancaron con el proyecto?

Los resultados fueron efectivos rápidamente, ya que el proyecto tiene solo un año. Empezamos viendo una especie y ya observamos unas quince especies incluso en marzo cuando ya el verano se estaba yendo y entrado el otoño las seguíamos viendo.

Tenemos siete especies que se reproducen en nuestras plantas hospederas. No solo es la presencia de mariposas, sino que están utilizando estos pequeños parches de hábitat que les fuimos generando. Más que nada, la efectividad en su reproducción fue más adentro de las casas, en los jardines, que en la calle donde están más expuestas a distintos impactos. Todos notaron la presencia de mariposas tanto en el pasaje, como en los alrededores.

Una vecina publicó fotos en Facebook y mucha gente empezó a escribir para preguntar cómo podía hacerlo en sus casas, entonces dije esto hay que volcarlo a la comunidad, ampliarlo, y armamos el grupo en Facebook que se llama “Pasaje de Mariposas”. Con esto se acercó gente que no es del barrio y que quería participar y sumar, fuimos ampliando a los vecinos de la vuelta.

Al final de este pasaje hay un lote baldío que tiene plantas hospederas de algunas especies de mariposas y mi visión como bióloga es que las mariposas usen estas dos cuadras como un corredor biológico generándoles estas pequeñas islitas, traerlas de allá y hacer que se muevan a través del pasaje.

¿El terreno baldío es de un privado?

Aún desconocemos la situación, aparentemente es privado pero se encuentra así hace muchísimo tiempo. Muchos jugaban ahí de niños hace por lo menos 40 años. Muchos vecinos están de acuerdo con que sería muy bueno que se mantenga como un espacio verde que todos podamos disfrutar, una especie de Jardín Urbano de Biodiversidad con especies nativas y mariposas que incluso puedan usar las escuelas de la zona en alguna salida educativa. El barrio necesita espacio de juegos, esparcimiento y educación para los niños y sus familias así como disponer de espacio para huertas urbanas comunitarias y mejorar la biodiversidad urbana y sus servicios ambientales.

Hace poco empezamos una movida en el barrio para visibilizar esta necesidad. Queremos al menos que se construya una plaza, ya que Villa Santa Rita es un barrio sin plazas.

Empezamos a interactuar con distintas agrupaciones y colectivos de vecinos, como el periódico Vínculos Vecinales de esta Comuna y gente que trabaja con huertas. Nos unimos y empezamos a identificar los lotes que hay en el barrio que podrían ser potenciales para darles ese uso. Hay cinco lotes en estas condiciones, los más adecuados por la ubicación y tamaño son este de Concordia al 1500, el de Álvarez Jonte 3224 que linda también con un pasaje y tiene cierta movida cultural y el de Emilio Lamarca que está en una esquina, pero es más chiquito.   

Sin embargo, dado que los espacios son pequeños para cumplir las necesidades del barrio apuntamos a pedirle al Gobierno de la Ciudad un plan más ambicioso, una red multifuncional de espacios verdes con distintos usos conectados entre sí por corredores en las veredas. Una propuesta única hasta el momento en ambientes urbanos que puede ser un modelo a seguir por otros barrios.   

La pandemia puso en evidencia la falta de espacios verdes públicos que hay en la Ciudad

Tener un espacio donde conectar con la naturaleza, dispersar la mente, sacar un poco la ansiedad, es importante para nuestra salud. Yo empecé con el tema de las mariposas porque soy una persona súper activa y estar adentro de mi casa todo el tiempo me costaba y necesitaba meter las manos en la tierra para canalizar y conectar.

Cuando notamos que nuestras únicas posibilidades de salir era caminar por el barrio, los canteros de las veredas se tornaron importantes. Dejar de ver tierra seca debajo de los árboles y que se conviertan en espacios vivos y disfrutables es una de las metas del proyecto. Por suerte los vecinos se engancharon bastante y fue un aprendizaje para todos. En todo momento aprovechaba y mechaba información ecológica o de las especies para identificarlas o sobre cómo hacer un monitoreo de lo que va apareciendo.

¿Qué especies de mariposas encontraron por acá?

La primera que apareció fue la Monarca del Sur, después vimos la Perezosa, la Limoncito que usa Sen del Campo, que tengo en mi casa y plantamos en los canteros de la calle. Vimos la Limonera grande, porque acá en la zona hay muchos limoneros y árboles de cítricos en general y eso ayuda. La mariposa Espejito, que era la única que estaba dando vueltas naturalmente, porque la planta hospedera que es el Mburucuyá crece en el cemento de la Ciudad, se dispersa muy bien por la semilla, tiene un fruto que es carnoso que a las aves les encanta y crece muy bien en los canteros.

También vimos Borde de Oro que no es tan común que tiene como hospedera enredaderas del género de las Aristolochias, que no son muy comunes. Tengo algunas crisálidas dentro de mi casa porque llegaron a aviponar a mitad de otoño, para protegerlas del frío, las tengo en una pecera.

Apareció la mariposa Cuatro Ojos o Pavo Real, la Acróbata rojiza, la Bataraza que es más chiquitita, la Frotadora común, la Isoca de la alfalfa que es una parecida a la Limoncito, la Hortensia y otras más.

Estamos esperando que aparezcan algunas otras especies en sus plantas hospederas. Entre noviembre y marzo es cuando más actividad hay.

¿Qué especies de plantas hospederas hay en el pasaje y en las casas?

Podemos encontrar Mburucuyá que es la que se llama comúnmente Pasionaria, Tasi, Asclepias, Canario rojo, Sen del Campo, Guaco, Chilca de olor, Malvavisco, Malva Rosa, Malva de campo, Pindó, Mil hombres, Flor de Calico, Limonero, Margarita Punzo, entre muchas otras que cumplen función nutricia para las mariposas adultas como distintas especies de lantanas y salvias.

Mientras esperan que nazcan las mariposas, ¿qué tarea realizan?

Nos dedicamos a las plantas que por suerte crecen muy rápido y ahora están más asentadas, algunas se han perdido por el frío del invierno entonces estamos volviendo a replantar, acomodar un poco, podar algunas que crecieron demás.

También pusimos algunos cartelitos con las especies de mariposas asociadas a cada planta, para que la gente cuando se acerque pueda entender un poco más.

En este tiempo se fueron creando también interacciones biológicas con otros organismos, como arañas, avispas predadoras o parasitoides que las controlan, lo ideal es llegar a un equilibrio biológico entre las mariposas, las plantas y otros organismos con los que interactúan.

¿Qué proyecto tenés a futuro?

La idea es trabajar con las escuelas junto a nuestro equipo de educación ambiental del INTA. . Estoy armando un grupo de docentes, con los que se acercaron por interés y proponer un recorrido como una especie de aula al aire libre. Sería ideal que en el lote de Concordia se haga un paseo con especies nativas, un lugar para que se sienta la educación ambiental, que tanto hace falta en la Ciudad porque los chicos viven encerrados en cemento y sin contacto con la naturaleza.

Para contactar con el Pasaje de Mariposas:

Facebook: Pasaje de Mariposas