Al momento de leer esta editorial hay tres claros candidatos que se llevan la mayor intención de votos, siendo Milei y Massa los que ingresarían al balotaje.
El oficialismo se ve nuevamente en una encrucijada, ¿Cómo hacer campaña de lo que no ocurrió?
Cuando todavía gobernaba Alberto Fernández (hoy canciller plenipotenciario de vacaciones en algún lugar del mapa) el mundo atravesó una peste. El mejor resultado que obtuvo el gobierno fue evitar la falta de asistencia médica y los muertos en las calles. No es poco en absoluto pero no fue suficiente, porque no pudo revalorizarse en lo que no ocurrió.
Pareciera que Javier Milei se ocupó de pasar a retiro a Bullrich, que en cuarteles de invierno gastó su pólvora en Larreta, y ahora Macri se encargó de mojarla.
Milei demostró ampliamente que lejos de un personaje convive en él varias personalidades que van del a ver, digamos, un académico y un agresivo serial en cuestión de segundos.
Otra vez, un activo importante para Sergio Massa es ser el más cuerdo de los tres. Pero ¿Cómo lo demuestra? Vulgarmente sería la frase: “Hay que votar a Massa porque los otros son peores”.
A lo largo de la democracia argentina podemos decir que hay sobradas muestras de que eso no importa. El y la argentina votarán a la vaca, y esperaran a quemarse con la leche para darse cuenta que estaba caliente. La culpa será de otro y nuevamente le pondrán una vaca delante que no los hará llorar, así se repite la historia.
Lo mejor del gobierno de Alberto llegó cuando lo preside Sergio.
Axel Kicillof, con mucho tino electoral dijo que si bien los días más felices de la patria se vivieron con Perón, Evita, Néstor y Cristina ya había ese tufillo a banda de rock que siempre toca los grandes éxitos. “Hay que empezar a componer” dijo el Gobernador. Salió a responderle Máximo Kirchner diciendo que no entiende de pentagramas, y Mayra Mendoza que recordó una letra del Indio Solari que dice “juegan a primero yo, y después a también yo”, dejando entrever cierto ombliguismo en Axel. En otras palabras, le respondió La Cámpora.
Una rencilla que comenzó hace años, en el 2018 cuando el Frente Renovador e Intendentes votaron el endeudamiento de Vidal. La Cámpora votó en contra pero los números daban para que la leona (pobre animal, como lo utilizan para apodos de derecha en política) se haga de los dólares que tuvo que hacer frente el Gobierno de Kicillof.
De esos polvos, estos lodos. Massa del FR, Insaurralde de los Intendentes, y Máximo de La Cámpora siguen su buena relación. El gobernador no está en el equipo de los chicos buenos pero a su favor es EL candidato en provincia, y por lo tanto, los candidatos comunales callan.
Aquellas medidas de las cuales sentirse orgulloso pasaron hace más de una década. Por un lado hay una generación que no se anotició de vivir sin ellas, y por otro ya fueron respondidas electoralmente. Por ejemplo: Hoy es un derecho adquirido el aguinaldo, el más gorila lo cobra desde el primer día que ingresó al mercado laboral, y no va a votar al peronismo por el aguinaldo. Por otro lado, es probable que Perón haya recibido muchos votos en su momento por la implementación de esa política, pero ya pasó… de ahí para arriba ahora.
Como vemos esa política debemos entender que hay muchos que ven la Ley de Fertilización Asistida, que ya tiene 10 años; el matrimonio igualitario que ya tiene 13; hasta el 2008 no era delito hacer trabajar a un menor de 16 años. Más gráfico, hoy pueden votar los jóvenes de 16 años y la Asignación Universal por Hijo se promulgó hace 14 años. Esas leyes fueron en su momento legitimadas por el pueblo que votó en el 2011 y en el 2019. Pero muchos de los que votan hoy nacieron con esas leyes, o se sancionaron cuando no tenían uso de razón.
Si uno les pide memoria, lo que va a ser es que recuerden los últimos ocho años. Dos de los peores gobiernos de la historia: si tienen memoria van a votar a Milei. Lo mismo sucede con el miedo, jugarle esa carta a los que defienden el terror es querer ir a jugar al Maracaná y hacer goles de taquito. En lo suyo son los mejores.
Habrá que componer… Queda un mes nada más y ya estamos todos en el baile.