ADIÓS TIGRE

Vélez se quedó sin entrenador este domingo por la noche tras la renuncia de Ricardo Gareca, quien no pudo ser convencido por los dirigentes y puso fin a un ciclo de apenas 12 partidos en el Fortín.

La salida de Gareca era casi un hecho luego de la derrota del equipo el sábado ante Belgrano (0-2 en Córdoba) y la posterior suspensión de la conferencia de prensa del DT, justificada desde el club por “una descompensación física, un malestar».

El elenco de Liniers marcha penúltimo en la Liga Profesional con 18 puntos, misma cantidad que tienen Independiente, Huracán, Banfield y Unión. El colista es Arsenal, con 17.

Vale recordar que este año habrá dos descensos por promedios y uno por tabla anual -el último entre la sumatoria de la Liga vigente y la Copa de la Liga del segundo semestre- y de terminar el año ahora mismo se estaría jugando un desempate entre los equipos con 18 puntos, ya que Arsenal también está último en los promedios por lo que el que pasa a descender es el penúltimo de la tabla anual.

En ese lote está Vélez. Gareca tampoco estuvo este domingo en el entrenamiento del plantel en la Villa Olímpica de Parque Leloir, en Ituzaingó, y su salida terminó confirmándose horas después. La práctica fue conducida por su cuerpo técnico, encabezado por su ayudante, Sergio Santín.

Desde que asumió el cargo en marzo pasado, el ídolo del Fortín condujo al equipo en 12 partidos, consiguiendo apenas un triunfo (4-0 sobre Central Córdoba), siete empates y cuatro derrotas. Tras la caída en Barrio Alberdi, Vélez completó 10 encuentros sin ganar.

Así terminó el segundo ciclo de Gareca en Vélez, luego de un notable paso entre 2009 y 2013 en el que fue campeón cuatro veces, conquistando el Clausura 2009 y 2011, el Inicial 2012 y la Superfinal 2013 -a un partido, 1 a 0 sobre Newell’s-.

Protestas en Liniers
El clima viene caldeado en Liniers y este domingo no fue la excepción. Alrededor de 600 hinchas se autoconvocaron por la tarde en la sede del club y se manifestaron contra la dirigencia y los jugadores, sin meterse con el entrenador. «Dirigentes, dirigentes, no se lo decimos más; si nos mandan al descenso, que quilombo se va a armar», fue uno de los cánticos más repetidos.