Obtuvo la media sanción restante la Ley de Moratoria Previsional. Fue en diputados y al filo de que concluyan las extraordinarias el oficialismo logró el apoyo necesario para conseguir 134 voluntades.
800 mil ciudadanos que este año iban a cobrar el 80% de la jubilación mínima, van a poder cobrar su totalidad, pudiendo ingresar en un plan de pagos.
El Gobierno reconoció que la norma no es una solución sino un parche, y la oposición criticó la medida por tildarla de asimétrica en comparación con las personas que aportaron 30 años, de esta manera “no será sustentable” en un futuro. Se dice “impacto del déficit fiscal” pero en argentino se traduce como “si ganamos en 7 meses la derogamos”.
De todo el temario para las extraordinarias (creación de Universidades, Ley Lucio, Juicio político a la Corte) se pudo lograr que se le aumente $11.700 a 800 mil ciudadanos en edad de jubilarse.
No está mal, pero no es discutir poder. Porque corre peligro de ser derogada en un futuro y la única forma de que eso no ocurra es ir al centro de la cuestión.
¿Es utópico creer que los legisladores van a tocar al poder real?
Bueno, ciertamente quien debe dar el puntapié para que los congresales se metan con la justicia mediática y empresarial es el Ejecutivo. El mismo que acepta aberraciones contra Milagros y que la encuentren culpable por una atribución que constitucionalmente no le correspondía a Cristina Kirchner.
Por lo cual, la zanahoria que nos dan es cada vez más chica y el garrote más fuerte.
No resulta una erogación impagable para el Estado como denuncia la oposición, siendo un aumento en pesos que todos los meses se dilapida con la subida del dólar, de hecho el FMI no cambia las metas del pago de deuda por este “despilfarro de recursos”.
Pero existe la verdad y el “relato”. Palabra muchas veces usada de modo peyorativo para criticar al kirchnerismo.
Un gran relato es algo que se pueda entender en un punto y en otro del mapa, sin responder a cuestiones temporales o societarias. El neoliberalismo es un gran relato, así como el capitalismo salvaje, el de pillería (como lo era Macri -su diferencia es que no sólo agranda las brechas entre ricos y pobres sino que todo se concentra sólo en pocas familias, no existe el sueño americano como en el capitalismo salvaje sino que vos naciste o no para ser rico, y como tal ni debes pagar impuestos-), así como también el comunismo lo es.
En este marco, la oposición habla de impacto en el déficit fiscal porque así es la realidad de su relato. Es gracioso si no tienen poder, pero lo tienen y la historia la escriben los que ganan.
De esa manera crean la realidad.
Un ejemplo: un emblema del gobierno de Macri. Las aerolíneas Low Cost.
Se puso una base militar al servicio primero de una sóla empresa, sin contemplar el impacto ambiental y la escasa distancia con un aeroparque.
Ayer nos enteramos que más de un centenar de argentinos quedaron “varados” en Colombia esperando vuelos de la firma Viva Air, la Low Cost cafetera que quebró.
Utilizando una herramienta tan simple como internet, uno encuentra noticias de que no es la primera de ese estilo en el año. El 2 de febrero la noruega Flyr se declaró en quiebra habiendo pasado sólo un año y siete meses de su fundación, y en esa semana fue la segunda en entrar en bancarrota, porque días antes la británica Flybe dejó de volar.
¿Cuál es la razón?
La falta de liquidez. Ingresan con un plan de financiación, con un respaldo político y después no pueden afrontar los gastos.
El caso colombiano es el más cercano, hace vuelos de cabotaje. Cobra en pesos colombianos y gasta en dólares. Inflación, devaluación y chau Low Cost.
En Argentina hay inflación y devaluación, de ganar la oposición aseguraron que iba a ser de una manera drástica. Nada le conviene menos a una Low Cost, a menos que cuenten con el respaldo de quien devalúa. Un negocio enorme para el empresario que reparte sus dividendos con el funcionario intermediario en sus ganancias.
Las empresas quiebran, pero los empresarios no.
Ni siquiera quedándose con las rutas más frecuentadas pueden hacerle frente a la inflación, pareciera que la función de estas empresas es ingresar al mercado romperlo por dentro y al tiempo declararse en quiebra.
Los únicos beneficiados con esto son quienes son dueños de las firmas y quienes rubrican con ellos sus acuerdos, pero para el relato esa es la salida a un elefantiásico Estado. Mayor competitividad, entre otros inventos.
Faltan algunos meses para poder retomar un modelo de país pujante, esa es la discusión en serio, caso contrario nada de lo que se vote en recintos palaciegos tendrá sentido.
Alteran e inventan una realidad que venden y que muchos compran. Para peor, en la lista de compradores algunos hacen la V.