Los precios de los alquileres de departamentos en la ciudad de Buenos Aires tuvieron en febrero aumentos del 6,3% al 13%, según la cantidad de ambientes, de acuerdo con el relevamiento dado a conocer por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
El informe señaló que los incrementos respecto de los valores de enero fueron de 13% en los monoambientes, 6,3% para los departamentos de dos ambientes y 8,3% en los de tres ambientes.
También indicó que los aumentos acumulados en los últimos doce meses fueron de 122,9% para los monoambientes porteños, de 112,5% para las unidades de dos ambientes y de 102,3% para los de tres, en un período en el que la inflación ascendió al 98,8%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La entidad precisó que la mediana de los monoambientes ofertados en la ciudad es de $78.000, por lo que el Salario Mínimo Vital y Móvil, que en diciembre fue de $67.743, alcanza para cubrir 86,85% de un alquiler.
«Esta relación, que había mejorado hacia mediados de 2022, bajó más de 7 puntos porcentuales con respecto a febrero de 2022», indicó CESO en un comunicado.
Por otra parte, la mediana de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de $ 85.000 y de los de tres ambientes $ 130.000, con una cobertura del salario mínimo del 79,70% y el 52,11%, respectivamente.
«Los valores expresados anteriormente no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 15,9% del costo del precio de oferta de un alquiler», agregó la entidad dirigida por Andrés Asiaín.
También indicó que «en cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad, si posee cochera, etc.) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras)».
El Índice para Contratos de Locación, que regula la actualización de los alquileres dentro de un contrato ya vigente, muestra un incremento interanual de 85,9% al primer día hábil de febrero, 12,9 puntos porcentuales menos que la inflación.
El CESO destacó que «en la ciudad de Buenos Aires, los altos precios impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente medio, empujándoles hacia zonas con infraestructura y servicios de menor calidad».
«El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante 12 meses», agregó, además de señalar que esa situación «se viene traduciendo en altos valores de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler».