La actividad económica en la Ciudad de Buenos Aires tuvo un crecimiento interanual del 5,9% en el tercer trimestre, impulsada por los rubros Transporte y Comunicaciones, Construcción y Hoteles y Restaurantes, según un informe difundido por la Dirección General de Estadística y Censos porteña.
En tanto, respecto al segundo trimestre del corriente año, el nivel de actividad marcó en el período comprendido por los meses de julio, agosto y septiembre, una mejora de 1,6%.
Según el informe, el desempeño favorable de la actividad económica con respecto al mismo trimestre del año anterior llevó a que la variación acumulada a septiembre reflejara un aumento de 6,2 por ciento, «anticipando un cierre anual por encima de las expectativas».
«El comportamiento económico sigue dando señales de una recuperación positiva con respecto a los valores de prepandemia. Los indicadores de la mayoría de los
sectores muestran variaciones positivas con excepción de Servicios de Salud y Servicios de Electricidad, Gas y Agua», destacó el organismo estadístico de la Ciudad.
La información se difundió una semana después de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) hiciera lo propio con el Producto Bruto Interno (PBI), que en los nueve primeros meses del año acumuló un avance de 6,1%, respecto a igual lapso de 2021.
En ese sentido, el indicador trimestral de actividad económica a escala provincial o distrital es equiparable a la medición nacional del PBI.
En la clasificación sectorial, el rubro Comercio y servicios (integrado por Comercio, Hoteles y restaurantes, Transporte y comunicaciones, Intermediación financiera, Servicios inmobiliarios, empresariales, comunitarios, personales y domésticos) lideró las subas con un 7,0% de mejora respecto del tercer trimestre de 2021.
En segundo lugar se ubicó Producción de bienes (Industria Manufacturera; Electricidad, gas y agua y Construcción), con el 6,7% de aumento, y cerró la lista Administración pública, salud y educación, con el 0,3%.
De esta forma, la Ciudad de Buenos Aires presenta siete trimestres consecutivos de crecimiento, luego de una seguidilla negativa de diez períodos seguidos iniciada en el tercer trimestre de 2018, a partir de la caída de la actividad económica nacional luego de la crisis financiera que derivó en un proceso devaluatorio del peso.