Los ricos no piden permiso

Los ricos no piden permiso porque la historia así lo dice. Se sienten dueños de lo que le gusta, y peor aún ajenos de lo propio que les causa rechazo.

Si les gusta la costa porteña intentan vender los terrenos para construir sus oficinas y respirar aire de río en los breaks creativos.

Como Mussolini que derribó uno de los milenarios aforos romanos porque desde la casa de Gobierno en Piazza Venecia quería apreciar el Coliseo desde su ventana.

Las desigualdades, los clubes de barrio, los barrios populares con sus conflictos habitacionales y la salud pública es algo que relegan.

La corrección en la coparticipación es un tema que parece no agotarse cuando ya debería estar saldado. Es decir, aparecen viejas voces diciendo nuevas cosas al respecto. Mauricio
Macri dio una nota repudiando el accionar de los diputados del PJ cordobés quienes “avalaron el saqueo” dando su aval para el tratamiento en el recinto.

Recordando que en el 2016 se pase de un 1,40% al 3,75%, se suman otras voces pidiendo que el domador de reposeras se calle.
Fuego amigo que ve como esperanza blanca a Horacio Rodríguez Larreta.

El Jefe de la inmobiliaria Ciudad de Buenos Aires, dijo desde el edificio Foster (esa belleza arquitectónica que fue hecha para ser sede del Banco Ciudad pero Macri decidió que sea la Casa de Gobierno, ¿Por qué? Porque si, los ricos no piden permiso) el recorte equivale a un 88% del Presupuesto en Salud.

Según el cálculo realizado por Larreta, el número bien podría equivaler a ⅓ de las obras de remodelación que lleva adelante River Plate.

Usted me dirá, ¿Qué tiene que ver? Tiene toda la razón en cuestionarlo, porque no existe ninguna unión. Lo mismo que compararlo con el presupuesto en salud.

No está diciendo que la plata destinada en salud, no va a estar. ¿O si? Si esa es la cuestión tendríamos que revisar la mejora en los centros porteños de salud cuando arbitrariamente casi se triplicó los fondos que recibió la Ciudad.

Sin hilar en números finos se podría asegurar que no hubo tal mejora. Entonces, ¿En qué se gastó ese dinero?

El PRO no se lleva bien con los números, su lenguaje es abstracto: “se robaron todo”, “en todo estás vos”. Nunca se sabrá qué se entiende por todo, cuánto es un PBI, en que todo está cada porteño.

Automáticamente se viene a la cabeza el recuerdo de Mauricio Macri diciendo “cada 35 millones de pesos que destinamos al fútbol, significa que puedo hacer un jardín menos”.
De nuevo, es ⅙ parte de la remodelación de la cancha de River. Compárenlo con lo que quiera, porque son supuestos.

Sin entrar en el detalle de lo mío y lo tuyo, con el reajuste Larreta explicó el dinero que pierden los porteños, y en la cita de recién Macri dijo “PUEDO hacer un jardín menos”. Si la tenemos puedo yo, si la debemos somos todos.

¿Por qué? Porque si, los ricos no piden permiso. En el medio, el aumento del ABL porteño porque cuando el Gobierno está triste sale a repavimentar y en el 2021 el aumento que estará atado al índice de precios será mensual.

¿Cómo puede ser que vea los aumentos en mis facturas y nadie me lo diga antes? El Gobierno de la Ciudad envió un presupuesto a la Legislatura que contempla un aumento del 30 por ciento en Publicidad y Propaganda, o como también es conocida “torta para el blindaje”.

Con lo cual se le dan más recursos a los avisos, que a la Auditoría y a la Sindicatura juntas, que son los órganos de control.
Hay más plata para enunciar que en todo estás vos, que para verdaderamente investigar si en todo estás vos.
¿Por qué sucede esto? Porque sí, porque los ricos no piden permiso.