LAS VUELTAS DEL BARRIO

Tras superar varias trabas legales, la familia Zúñiga pudo emplazar la calesita en la característica plaza Ciudad de Banff. Carlos era un artista circense que compró una calesita pero durante mucho tiempo estuvo en un depósito guardada a la espera de que la Comuna aprobara su colocación (muchos la confunden con otra calesita, pero esta es totalmente “a estrenar”).

El primer contratiempo fue un pedido de vecinos para que la calesita no funcione dentro del espacio verde ubicado entre Arregui y Roma, más tarde, las complicaciones de salud de Carlos hicieron que se retrase aún más.

Hoy, sus herederas (esposa e hija) ven hecho realidad el sueño de Carlos, la calesita fue desempolvada y se la sacó del depósito donde estaba para que los chicos del barrio la disfruten.

La familia Zúñiga pagaba un canon para mantener la calesita, por lo cual ellos son los dueños del carrusel y los juegos para niños que la rodean, y se hacen cargo de la recaudación.

La vuelta tiene un valor simbólico de $10 porque el verdadero valor es el orgullo de tener ese atractivo para los más chicos.