COMUNA DE LA MEMORIA

El secuestro de Vallese, los centros clandestinos Orletti y el Olimpo, el asesinato del padre Mugica y el fusilamiento de los tres pibes en el 2001, son algunos de los motivos que se proponen en la iniciativa que quiere nombrar a la 10 como la Comuna de la Memoria.

¿Cómo surgió la idea?

El trabajo por Comuna de la Memoria se remonta al inicio de la democracia con las organizaciones que están permanentemente presentes en nuestro barrio.- afirmó el comunero Fernando Moya- en momentos en que el Presidente Alfonsín sometió a la ex Junta militar a tribunales donde los represores fueron juzgados y condenados por delitos de lesa humanidad; después con posterioridad sufrió levantamientos militares donde le pusieron la llamada leyes de impunidad de “obediencia debida y punto final”.

Eso lamentablemente hizo que se fuera generando un caldo de impunidad que la gran mayoría del pueblo argentino lo manifestaba en cada aniversario del 24 de marzo, en marchas multitudinarias y de alguna manera se produce un quiebre a partir del reconocimiento de quien fue el ex presidente Néstor Kirchner en el 2004 en un acto emblemático donde baja los cuadros y posteriormente pide perdón en nombre del Estado.

Luego empiezan a surgir nuevamente los juicios por lesa humanidad y también, en el caso nuestro, que lamentablemente todavía tenemos 400 nietos/as apropiados que no se sabe su paradero.

Pero en el medio de toda esta situación, hay una asociación de hechos en el caso de nuestra Comuna que son también muy emblemáticos, Juan de Dios Velaztiqui, quien fuera chofer de Videla, el 29 de diciembre de 2001 fue el autor de los disparos que se llevó la vida de tres jóvenes del barrio Maxi Tasca, Cristian Gómez y Adrián Matassa, en una estación de servicio de Floresta.

“Estamos trabajando para que los vecinos /vecinas desde la Junta comunal puedan aprobar la moción y se pueda votar el año que viene, que el oficialismo pueda acompañar el proyecto para tener presente la memoria activa, que no debe ser parte solo de un partido político sino que tiene que ser una política de estado -concluyó Moya-