A MEDIAS NO

Quizá hace algunos meses se sientan más livianos, es que en enero nos enteramos que en los últimos meses del año pasado habíamos perdido 350 millones de dólares.

Meses después de que la firma Vicentín aportara la friolera suma de 13,5 millones de pesos a la campaña presidencial de Mauricio Macri.

Es decir, burlaron la Ley de Financiamiento Político sancionada precisamente el año pasado, la que establecía que los aportes de campaña no podían superar los 4,5 millones de pesos. Vicentín eludió distribuyendo los aportes desde sus múltiples firmas subsidiarias.

Al poco tiempo del triunfo de la fórmula de los Fernández, el Banco Nación que manejaba Javier González Fraga, le concedió préstamos inconsultos de nuestro dinero.

La operatoria, es decir, los 350 palos gringos fueron autorizados por la línea gerencial del Banco, y no por un acto administrativo del directorio.

Javier González Fraga, el radical que Mauricio Macri nombró titular del banco de todos y que sin ningún pudor afirmó que era irreal que durante el Kirchnerismo hubiera gente que cobrando sueldos promedios se vaya de vacaciones, y compre LCD.

Acto seguido, la agrofirma Vicentín declara un “stress financiero” y comienza con su ciclo de pagadioses. Una ponchada de plata calculada en 1350 millones de dólares repartida 2638 acreedores. Los mayoritarios son el Banco Nación, el Banco Provincia, por allí figura también la AFIP.

Se cargan tintas sobre González Fraga por su accionar, pero no hay que olvidar todo el entramado configurado por Macri en Nación y Vidal en Provincia.

Uno de los hechos fundamentales al otorgar un crédito es que el deudor pueda pagar y no se convierta en moroso. Si es necesario, en ciertas transacciones se busca un garante. El garante acá fue Macri, y se saltearon los pasos procesales como denunció el actual director del Banco Nación, Claudio Lozano.

A todas luces, el accionar de González Fraga fue deplorable pero ahí está la cuestión…el ex titular del Banco que le otorgó casi un préstamo por día en el último mes de Macri como Presidente a Vicentin intentará demostrar su negligencia ante la imputación que le realizó Gerardo Pollicita por «otorgamiento irregular de créditos». Es por eso que solicitó una póliza de seguros que cubre los gastos de abogados para la defensa judicial, con una prima de hasta u$s100 millones, pero que podría tener que reintegrar en caso de que se demuestre que hubo intención de provocar daño.

La mayoría de sitios webs de Bancos informan en una letra muy pequeña qué sucede si un crédito resulta impago. Básicamente habla de que las garantía de bienes presentes y futuros que se habían puesto a la hora de ser otorgado van a ser embargados, vivienda, coche, pensión, aclaran que lo que sea para saldar la deuda, y agregan también el ingreso a ficheros de morosos.

Está claro que nada de eso pasó hasta ahora. Cuando esta semana se consumó el anuncio oficial sobre la intervención del Estado (principal acreedor) en Vicentin. No vayamos a creer que todo el campo reaccionó mal ante esta medida, ¿Mencioné que hay 2638 acreedores? Bueno tienen alguien a quien reclamar la deuda ahora.

En otras palabras, desde enero que los acreedores de Vicentin pedían a gritos que el Estado intervenga. Ahora bien, el Presidente Alberto Fernández dijo en un principio que iba a enviar un proyecto al Legislativo para concretar la expropiación, una vez finalizada la intervención. Ahí muchos acreedores comenzaron a mirar extrañados esta política, porque no les interesa el Estado más allá de para pagar deudas que contrajo un tercero. Pero el Estado iba a socializar ganancias y posiblemente deudas.

Ayer, el Gobernador de Santa Fe, Omar Perotti no descartó que el Gobierno este dispuesto a escuchar otras ofertas que no vayan de la mano con la expropiación… lo que huele a sociabilización de deudas únicamente.

A todo esto, ¿La gente que se manifestó sabe el hecho? Muchos comenzaron pidiendo que los políticos se bajen los sueldos, que el Gobierno mandaba a los jubilados a hacinarse en la cola de los bancos, que no pensaba en la economía, que se había enamorado de la cuarentena, que proponía una infectadura, y ahora que expropia toda empresa que sea privada. De la deuda de Vicentin… cero información, son los que siempre se van a quejar.

Sin adjetivar lo que hacen o dejan de hacer, si van a correr o no, si ven lo que sucede en las villas o no, el Gobierno está en manos de un Presidente peronista al cual obviamente que si se le exigen responsabilidades. Y teniendo en cuenta que esa gente, muchas veces influida desde los grandes medios, las corporaciones, siempre van a tener algo para estar en desacuerdo, siempre van a decir que lo que haga el peronismo es populismo, etc. ¿Hay que dar el brazo a torcer y no expropiar? Si ya van a criticar que critiquen con fundamentos, o ya que recuerdan a Hugo Chávez… en palabras del pensador Santafesino Dady Brieva: “Si nos van a criticar igual, seamos Venezuela”.